3.077,76 €
Precio neto: 2.543,60 €
1.607,66 €
Precio neto: 1.328,64 €
2.562,61 €
Precio neto: 2.117,86 €
2.159,82 €
Precio neto: 1.784,98 €
2.210,67 €
Precio neto: 1.827,00 €
1.858,75 €
Precio neto: 1.536,16 €
1.564,46 €
Precio neto: 1.292,95 €
5.677,39 €
Precio neto: 4.692,06 €
1.517,79 €
Precio neto: 1.254,37 €
2.548,48 €
Precio neto: 2.106,18 €
1.586,04 €
Precio neto: 1.310,78 €
1.945,40 €
Precio neto: 1.607,77 €
2.130,49 €
Precio neto: 1.760,74 €
2.912,16 €
Precio neto: 2.406,75 €
1.726,74 €
Precio neto: 1.427,06 €
1.994,58 €
Precio neto: 1.648,41 €
1.338,65 €
Precio neto: 1.106,32 €
1.441,61 €
Precio neto: 1.191,41 €
Inversor fotovoltaico
Un componente clave del sistema fotovoltaico es el inversor, un dispositivo responsable de convertir la corriente continua (CC) generada por los paneles solares en corriente alterna (CA) utilizada en las instalaciones eléctricas domésticas con parámetros estándar (230/400 V 50Hz). El inversor también desempeña la función de supervisar el funcionamiento del sistema y recopilar datos sobre la energía generada, utilizando la tecnología de seguimiento del punto de máxima potencia (MPPT).
La tecnología MPPT permite maximizar la cantidad de energía producida mediante el seguimiento constante y la adaptación a la variación del punto de máxima potencia de los paneles, que cambia en función de las condiciones solares. Esto aumenta la eficiencia de producción de energía del sistema fotovoltaico.
Los inversores fotovoltaicos también se clasifican según el número de fases en monofásicos, que se utilizan en sistemas de menor potencia, y trifásicos, que se utilizan en sistemas de mayor potencia. Además, dividimos los inversores en transformadores, que están equipados con un transformador incorporado que garantiza el aislamiento galvánico entre la tensión continua y alterna, lo que resulta útil cuando se requiere la puesta a tierra de uno de los polos del sistema, y sin transformador, que son más ligeros y eficientes pero requieren el uso de medidas de protección adicionales.
También diferenciamos entre inversores en función de su capacidad para conectarse a la red. Los inversores conectados a la red, que permiten inyectar a la red pública el excedente de energía generada, son elementos clave de las instalaciones conectadas a la red. Por otro lado, los inversores autónomos, que no permiten tal conexión, se utilizan en sistemas autónomos no conectados a la red que permiten una independencia total de fuentes de energía externas.